Llamadas telefónicas, Roberto Bolaño.

febrero 05, 2011

Llamadas telefónicas, Roberto Bolaño.

Entre muchas las muchas lecturas "obligatorias" de este trimestre, he sacado algo de tiempo para terminar Llamadas Telefónicas y he comenzado Los detectives salvajes. Tengo que reconocer que las expectativas que tenía sobre Bolaño eran grandes, aunque no he leído ninguna crítica, y desde luego que me ha sorprendido. Por un lado me esperaba una lectura difícil, quizás pensaba que sería algo experimental, tipo Cortázar en Rayuela o así. Pero no. Son otros los ecos de voces americanas que resuenan con fuerza en Bolaño: más bien Borges o Carpentier. Sencillez y austeridad.

Tengo un amigo que dice que la moral no existe en Bolaño, que su literatura es la mera vida atropellándose por vivirse a sí misma. Es cierto: es una auténtica borrachera narrativa, una orgía de acontecimientos tal, que me produce angustia en muchos momentos. ¿Dónde nace esa angustia?

Es algo que me he estado preguntando estos días.

Sus personajes ni parecen especialmente felices ni especialmente desgraciados. Sus cuentos te sumergen en universos casi imposibles, en tramas absolutamente barrocas, para finalizar abruptamente en la nada. Nada está concluso. Los cuentos se interrumpen sin conclusiones morales, como la propia vida, simplemente las cosas suceden. Creo que ahí radica mi sensación de angustia.

Leyendo a Bolaño me he dado cuenta de que lo que más me gusta de la literatura es la subjetividad, la voz del personaje (o autor). Es lo que he echado de menos en Bolaño. Por eso me han emocionado los momentos en los que aflora un Bolaño más personal, menos escondido en vértigo argumental de sus relatos. Y no me refiero a las numerosísimas referencias biográficas en su obra. Me refiero a las reflexiones en las que se intuye la subjetividad del autor. Por ejemplo:

Me gusta mucho su conocimiento del universo femenino, en el relato "Joanna Silvestri":

O encontrar una metáfora muy poética sobre el pensamiento:

O categorizaciones del tipo:

Mi relato preferido es, sin duda, "Vida de Anne Moore". Cómo me hubiera gustado conocer más a Anne Moore...

Seguiremos con Bolaño, sobre todo porque Los detectives salvajes ya promete otro tipo de cosas, siempre dentro de su universo narrativo. Y me recuerda tanto aquellos días en el DF...